Entendemos las instalaciones informáticas como una inversión, un inmovilizado.
Cuando hace 15 años cableamos estructuradamente la empresa BRUNNSWEILLER, en Mungia, muy poca gente sabía lo que era un rack, la categoría 5, la interconexión de edificios vía fibra óptica, las centralitas con haces por edificios...
Hoy en día, aquella instalación para 200 puestos ha ido creciendo, pero sigue funcionando a pleno rendimiento 15 años después.
La tecnología desde entonces tampoco ha variado tanto, pero nosotros hemos aprendido mucho más.